Mientras que miles de aficionados y un buen puñado de medios le dan vueltas al derbi y al once que alineará Zidane ante la plaga de bajas, en Valdebebas es hoy un día como otro cualquiera. Sólo se aprecia que hay derbi por la cantidad de medios que cubren la sesión de hoy del equipo blanco. Si el entrenador fue capaz de bromear con Cristiano justo antes de que comenzara la prórroga de Milán contra el Atlético, ya resultaría extraño que a estas horas se estuviera comiendo las uñas ante su segunda visita al Calderón como entrenador del Atlético.
Esta mañana, Zidane ha seguido fiel a sus costumbres el día antes de un partido. En cada previa, el técnico mete primero a sus jugadores en el gimnasio para que activen los músculos. Después, y como cuando viene el Barcelona o la Cultural Leonesa, cinco minutos de sesión de vídeo para analizar al rival, en este caso los del Cholo. El galo odiaba las largas sesiones de vídeo cuando era jugador y se aplica el cuento ahora que dirige al Real Madrid. Zizou es más partidario de pocas imágenes y de mensajes cortos y concisos.
Como cualquier otro partido que se juega después de las ocho de la tarde, el Real Madrid no se concentra hoy en Valdebebas. Los jugadores descansarán esta noche con sus familias y mañana se concentrarán en la Ciudad del Real Madrid para almorzar y echar la siesta. Después, como cada partido, el técnico dará la última charla después de la merienda, y poco más.
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