La situación de Isco ha cambiado en las últimas semanas. La continuidad que le ha dado Zidane ha despejado dudas respecto a su fútbol. Jugar ante el Atlético en su puesto ha ayudado para que recuperara su mejor versión y para elevar un posible acuerdo de renovación.
Los dirigentes del Real Madrid han hecho diferentes aproximaciones al entorno del jugador semanas atrás. Inquieta que termine contrato el 30 de junio de 2018 y quieren ampliarlo. Saben de lo que puede hacer en el terreno de juego y, sobre todo, de la ascendencia que tiene sobre la grada. Las primeras conversaciones terminaron sin acuerdo.
Mientras, diferentes equipos se han interesado por su fichaje, pero Isco tampoco ha mostrado un interés desmesurado por un cambio de aires y a todos ha advertido que su prioridad es renovar. Por si acaso ha pedido diez millones de euros como punto de partida a manera disuasoria.
Isco quiere seguir, pero antes pretende saber el rol que va a jugar en el Real Madrid y quiere un contrato que reconozca sus méritos. Y es que Isco se ha quedado atrás con las últimas renovaciones y quiere subir escalones en el escalafón salarial blanco.
Sus últimos partidos, tanto con el Real Madrid como con la selección, han puesto en valor al centrocampista. En cuanto se ha acercado al área rival, su fútbol ha subido en aportación y, en especial, en precisión. Es otro cuando y su equipo lo agradece. Ahora habrá que ver que rol juega con la lesión de Gareth Bale y la posición en la que le coloca Zidane.
Al término del partido ante el Sporting habló de su renovación y de su deseo de seguir en el Real Madrid, pero también reconoció que no hay nada definitivo ni cerrado. Reconoció no tener prisa a la hora de cerrar un acuerdo.
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