La lluvia, que ya había caído durante las horas previas al choque del Santiago Bernabéu, hizo acto de presencia prácticamente desde el pitido inicial. Llovió en el primer tiempo y diluvió en la segunda parte.
Espectacular la tromba de agua que soportaron jugadores, equipo arbitral, entrenadores (que no se sentaron ni un momento y se mojaron igual que sus futbolistas en el área técnica), aficionados, fotógrafos, miembros de seguridad, y el campo, sobre todo, el campo.
Espectacular la respuesta del césped a la cantidad de agua que cayó con fuerza durante el partido. Desde hace tiempo el Madrid disfruta de una alfombra en el Bernabéu y ayer fue una buena demostración de ello a pesar de las circunstancias. Una alfombra contra el diluvio.
A pesar del aguacero, el campo presentó un magnífico aspecto y en ningún momento se resintió ni se formaron charcos que pudiesen complicar la vida a los futbolistas. Pasó la prueba y con nota muy alta, porque no era fácil con la cantidad de agua que cayó y con los futbolistas castigándole durante 90 minutos.
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