martes, 15 de noviembre de 2016

Las dudas de Zidane antes del derbi


Se acerca el derbi y al Real Madrid le pilla el duelo bastante desarmado por las lesiones. Zizou intenta vestir el once blanco del Calderón deprisa y corriendo, pero estará condicionado a la enfermería hasta el último momento. Muchas dudas de jugadores demasiado importantes como para no darle vueltas a su presencia o no hasta el último momento.

La situación obliga a Zidane a pensar. En condiciones normales lo tendría más que claro, como en Milán, donde se limitó a sacar el once de gala ante el Atlético. Pero ese once, como si de una maldición se tratase, no lo ha vuelto a poder utilizar desde entonces. Tampoco este sábado en el Calderón.

Eso obliga a Zidane a darle vueltas al equipo. "No descartes nada", avisan en Valdebebas. Y se refieren a jugadores y al sistema. Sin el once de gala disponible, a Zidane se le abre la posibilidad de mover el equipo, de buscar la fórmula de plantar cara al Atlético. También invita a meditar el once no tener a titularísimos al ciento por ciento, como es el caso de Benzema.

Todo pasa por el centro del campo. Sin Casemiro ni Kroos, con Kovacic renqueante y Modric recién salido de una lesión importante, el tridente del centro del campo está en el punto de mira de Zidane. Para completarlo tiene que tirar de gente ofensiva, caso de Isco, Asensio, James o Lucas Vázquez. En otro escenario y ante otro rival valdría, pero en el Calderón y ante el Atlético se exige un blindaje especial, que no tendría el Madrid si parte de inicio con la BBC (si juega Benzema) o la BCM (si el elegido es Morata) más un tridente de medias puntas.

Esa es por tanto la cuestión. Seguir adelante con el 4-3-3 o aprovechar las ausencias y los tocados para dar una vuelta de tuerca al sistema, apostar por un 4-4-2 y reforzar el centro del campo. Entraría otro mediapunta, pero al menos ganaría en presencia en la medular. La conexión croata al frente de las operaciones (Luka-Kovacic) y dos más para protegerse en el medio, a elegir entre los mencionados Isco, Asensio, James y Lucas Vázquez. Arriba, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Este cambio obligaría a sacrificar a sus dos nueves, palabras mayores y una decisión que no es tan sencilla en el Madrid.

Otra opción es mantener a Benzema o Morata en el once inicial y retrasar a Bale al centro del campo. No es la primera vez que el galés tiene que sacrificar su habitual posición en el tridente de ataque para reforzar la medular. Ya ocurrió en Múnich hace dos temporadas, en el famoso 0-4 de semifinales de la Champions. Curiosamente, con Zidane en el banquillo junto a Ancelotti. De esta manera le entrarían todos los reyes de la baraja y reforzaría el mediocampo.

Una situación similar a la de Zidane vivió Ancelotti en su segunda temporada. Se presentó en el Calderón sin Ramos, Pepe, Marcelo, James ni Modric. El técnico italiano mantuvo el dibujo y se limitó a sustituir jugadores. El Madrid salió goleado (4-0) y a Ancelotti se le criticó que no buscase alternativas tácticas a las importantes bajas que tenía.

Zidane también fue testigo desde el banquillo del experimento de Carletto en el Camp Nou con Ramos en el centro del campo, algo que también hizo Mourinho con Pepe en su momento. Una opción, la de subir un central al centro del campo (en el caso de que Ramos, como parece, esté listo para el derbi) que se antoja remota.

Zidane tiene que darle vueltas, ver pasar los días y ver cómo evolucionan los tocados para meterse en su laboratorio y tomar una decisión. De las más trascendentes del curso.

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