La incorporación de Zidane ha significado dos aportaciones esenciales al Real Madrid. La primera es ambiental: el francés fue un futbolista colosal y habla con sus jugadores para solucionar errores como un compañero de equipo. No les impone el cargo. La segunda novedad es estratégica: ha conseguido una idea de ataque que incluye a su vez un gran bloque defensivo que tapona las bandas y hace difícil que le hagan gol. Tras conceder dos días de asueto para olvidarse del fútbol, el entrenador se pone hoy a trabajar la final soñada, la Champions. Tiene elegido el once del gran partido de Milán desde que los blancos vencieron, 1-2, en el clásico del Camp Nou.
Carvajal le ha quitado el puesto a Danilo. Pepe se ha apropiado el centro de la defensa en perjuicio de Varane. Y el robusto Casemiro ha dejado a James e Isco en el banquillo. Son los hombres que también eliminaron al Wolfsburgo. Y al Manchester City. Los que salieron en Riazor en busca de una Liga que tuvieron en sus botas durante un cuarto de hora. El Real Madrid está definido. Hoy, el responsable del plantel comienza el trabajo con los once para ganar en Milán con la premisa de atacar sin adquirir ningún riesgo.
Zinedine inicia hoy una labor física y táctica con un mensaje que los jugadores deben asimilar bien. No quiere urgencias ni prisas. Esta advertencia argumenta esa estrategia ofensiva creada por el francés, que no debe dejar huecos atrás.
Un ataque que potenciará todavía más la combinación de balón entre Modric y Kroos, los mejores pasadores de la Liga, con Carvajal, Bale, Marcelo y Cristiano, los hombres encargados de abrir la defensa rojiblanca por los lados. El croata debe triangular su fútbol con Carvajal y Bale en rotaciones constantes hasta encontrar la diagonal dentro del área. El alemán ha de enlazar con Ronaldo y Marcelo para abrir la zona izquierda. Y en las dos misiones será fundamental Benzema, que jugará entre líneas y será el objetivo del último pase cuando las dos bandas sean un muro.
Con la seguridad defensiva por bandera, la subiba al ataque de Marcelo supondrá la permanencia atrás de Carvajal, y viceversa. Mientras, Pepe, Ramos, Casemiro y Modric seránel seguro protector. El croata creará juego sin ascender. Kroos tendrá libertad para llegar al borde del área.
Y en el ecosistema del vestuario se respira optimismo por unas sensaciones que Ramos ha expuesto con nitidez: «Nos encontramos en la mejor forma física de toda la temporada». El trabajo de Bernardo Requena y David Bettoni ha sido bueno. Ese sentimiento de fuerza alimenta la confianza del equipo y la seguridad en lo que hace. Y pensar que en febrero no podían ni imaginar nada de esto.
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