Muchos ojos de la final de Milán estarán puestos en Gareth Bale. Es una de las figuras del partido, pero también un hombre que llega en un excelente momento de forma. Sólo hay que ver cómo tiró del carro madridista en las últimas jornadas de Liga ante la ausencia de su referente, Cristiano Ronaldo.
Por ese motivo, llega a la final con las ganas de volver a ser decisivo. Porque, no olvidemos, Gareth es el hombre de las finales blancas. Le dio al Madrid la Copa del Rey con un gol al Barcelona en las postrimerías del encuentro gracias a aquella mágica cabalgada, adelantó a los suyos en la prórroga de Lisboa contra el Atlético y rubricó con el 2-0 el Mundial de Clubes.
Ahora llega una nueva oportunidad. Y lo hace en un estadio del que guarda un buen recuerdo. "Tengo buenos recuerdos de San Siro, se me da bien. No conozco la historia del Real Madrid allí, pero no tiene mucha importancia la historia del club en este estadio, lo que tenga que ocurrir, ocurrirá".
Allí se dio a conocer internacionalmente al firmar un 'hat-trick' contra el Inter cuando era jugador del Tottenham. Seguro que se conforma con uno si vuelve a ser el que les permita levantar la Undécima.
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