Nunca antes en la historia de la Liga de Campeones ha logrado nadie levantar la "orejona" como jugador, ayudante del entrenador y primer técnico. Zidane puede romper el hielo. La trilogía continental le espera al francés este sábado en Milán, pero para eso su equipo tendrá que completar noventa minutos perfectos ante el equipo más rocoso de Europa. Bien lo sabe el galo y catorce de los veintidós jugadores (seis de ellos titulares) de la plantilla blanca que estuvieron en Lisboa hace justo dos años, cuando el Madrid logró la ansiada Décima. Lo hizo gracias un épico tanto de Sergio Ramos en el minuto 92:48 que provocó una prórroga ya sí de claro tono blanco gracias a los goles de Bale, Marcelo y Cristiano. Pero hasta entonces, sufrió como nunca antes lo había hecho en sus anteriores nueve finales ganadas. Una lección que vale un tesoro.
Ni Casillas ni Diego, ahora para Keylor:
En Lisboa, en mitad de aquella absurda guerra civil del madridismo por Casillas y Diego López, Íker erró gravemente en el gol de Godín. Su gran temporada quedó empañada por aquel fallo que a punto estuvo de costarle la Décima Copa de Europa al Madrid. Dos años después, ambos verán el partido por la televisión. Keylor Navas, el mejor portero de la vigente Champions, es ahora el ángel de la guarda del marco blanco.
Pepe tiene su revancha:
Una inoportuna lesión le hizo perder la titularidad y no jugar en la final de Lisboa. En su lugar lo hizo Varane. Ahora los papeles se ha intercambiado. El luso es indiscutible en el once de Zizou. Sufrió desde el banquillo en Da Luz y ahora quiere ganar sobre el verde «su» Champions.
Zidane no cambia los planes habituales:
Dijo Zizou a las puertas de la semifinal contra el Manchester City que veía en el vestuario el mismo ambiente que en 2014. Por eso, su rutina de esta semana será la misma que la habitual. Tras la barbacoa en Valdebebas con familiares y dos días de descanso (domingo y lunes) , desde hoy el equipo tendrá una sesión de entrenamiento diario y viajará el viernes a Milán. Por lo que a pesar del buen recuerdo de la Décima, el equipo no irá la ciudad de la final 48 horas antes, como sí hiciera en Lisboa hace dos años.
Casemiro, el pivote que se necesitaba en Lisboa:
Cuentan testigos presenciales que cuando el presidente del Real Madrid recibió la hoja oficial de la UEFA con las alineaciones de Lisboa y vio en ellas a Khedira, quedó paralizado durante varios segundos. Según el criterio de Florentino, la mayor cuota de culpa en el gol de Godín no la tuvo Casillas, sino el mediocentro alemán, que salta mal y tarde en el duelo aéreo contra el uruguayo. Quizás no le falte razón. Por fortuna para el mandatario, en la posición del alemán jugará el sábado Casemiro. Ya debió ocupar el lugar del sancionado Alonso en Da Luz, pero Ancelotti no lo consideró así. Dos años después, le llega su momento.
La BBC, en plenitud:
Aparte de la obligada ausencia de Xabi, el otro contratiempo con mayúsculas que limitó al Madrid en Lisboa fue el estado de forma de su tripleta atacante. Solo Bale llegó en óptimas condiciones. Cristiano jugó medio lesionado. De hecho, él mismo confesó meses después que puso en riesgo su carrera. Y Benzema también jugó mermado.
Para Milán, salvo inoportuna lesión a lo largo de esta semana, los tres estarán a tope, con todo lo bueno que ello conlleva al Real Madrid. No hace falta echar la vista demasiado atrás para comprobarlo. En la semifinal contra el City, sin Benzema ni Cristiano en el Etihad, y en el Bernabéu solo con el luso, y a medio gas, se vio un único tanto en 180 minutos de eliminatoria. En San Siro debería ser otra historia.
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