No está siendo una semana más en Valdebebas. Se trata de la penúltima antes de la final de la Champions en Milán y Zinedine Zidane quiere que sus jugadores lleguen a tope de revoluciones al duelo frente al Atlético. Por ese motivo, los entrenamientos que la plantilla del Real Madrid lleva realizados cara al 28-M están siendo de los más intensos de esta temporada que está a punto de acabar.
Porque esa palabra, "intensidad", es la clave. Zidane ha inculcado una idea en sus jugadores: "Nadie nos va a ganar en intensidad". Y ese nadie es, por supuesto, un Atlético que se caracteriza por imprimir un elevado grado de energía a sus partidos. El objetivo del entrenador francés es que el Madrid sea un equipo al menos tan vehemente, tan intenso, como el de Simeone en San Siro.
Y es que el técnico blanco no ha olvidado el derbi del Bernabéu del 27 de febrero, en el que el Atlético se impuso por 0-1. Zidane acabó muy enfadado con algunas de las cosas que vio en ese partido. Y no se mordió la lengua en la rueda de prensa posterior. "En un partido como este hay que hacer más. Correr más, meter más la pierna... Contra el segundo, hay que hacer más. Había que correr más, cuando juegas contra un rival que ha jugado el miércoles (el Atlético se había medido sólo tres días antes al PSV en Champions) no les tienes que dejar entrar en el partido y ellos entraron".
Correr más. Meter más la pierna. Hacer más. Tres mensajes que Zidane lanzó en su día tras aquel derbi y que ahora ha recuperado de cara a sus jugadores en las jornadas previas al partido más importante de la temporada.
Zidane, satisfecho
Y lo cierto es que el mensaje parece haber calado en sus jugadores. El técnico está más que satisfecho de la actitud que éstos han mostrado en las sesiones de martes y miércoles esta semana. Dos entrenamientos que se han ido en torno a las dos horas de duración y en los que el marsellés ha apreciado esa intensidad que en su día echó en falta ante el Atlético.
Esa es la idea más importante que Zizou está tratando de inculcar a sus jugadores en estos días. Que se iguale la intensidad rojiblanca para que sea la calidad la que acabe marcando diferencias en Milán. Para ello, el técnico cuenta con toda su plantilla en perfectas condiciones físicas (Lucas Vázquez se entrenó el martes ya con el grupo) y anímica, tras las 12 victorias consecutivas en Liga que, si bien no permitieron al Madrid lograr el objetivo de la Liga, sí suponen una buena dosis de autoestima para la plantilla de los de Chamartín.
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