Una de las misiones que el Real Madrid encargó a Benítez en el mes de julio fue conseguir que Cristiano y Bale, los dos hombres de mayor calidad de la plantilla, conectaran en ataque para hacer más eficaz su fútbol. El entrenador madrileño viajó a Cardiff en pleno verano para presenciar un partido de la selección galesa y preguntar al británico cómo quería jugar. El extremo le pidió ser media punta con libertad de movimientos. Así lo hizo durante medio año. Pero cuando mejor rindió fue al escorarse por las bandas y dar asistencias a Ronaldo y a Benzema. La llegada de Zidane el cuatro de enero puso las cosas en su sitio. "Bale volverá a la derecha", advirtió desde el primer día. Y se centró en ligar el juego del número once con Cristiano. Era el eslabón perdido del esquema del conjunto, que necesitaba lo mejor de los dos líderes para luchar por la Champions.
Zidane vivió, como ayudante de Ancelotti, esa asignatura pendiente en la primera campaña de Bale. El galés dio a Ronaldo ocho asistencias de gol esa temporada y siete en la siguiente. Los informes técnicos del club, no obstante, echaban de menos una conjunción más estrecha entre ambas figuras. Muchas veces eran dos islas situadas en ambos flancos del ataque.
La dirección deportiva deseaba que los dos repitieran en más ocasiones aquella galopada de Bale en el Allianz Arena de Múnich, con pase al portugués y el gol que refrendó una goleada histórica. Zidane ha conseguido por fin la fusión del fútbol de ambos en el estereotipo del equipo.
El entrenador francés dialogó con las dos estrellas nada más llegar. Ligar el juego de los dos mejores era una exigencia, no un consejo. Ensayó con ambos jugadas de estrategia ofensiva en las que Bale buscaba siempre el pase rápido desde la derecha y el portugués se anticipaba en carrera para rematarlos. Y concedería al "11" esa libertad para deambular por el centro en diversos momentos de los partidos para romper entre líneas, desorientar a las defensas y buscar la pared con el "7". El resultado de esa conexión es que Gareth ha dado cinco goles al portugués esta temporada y ha intervenido en otros ocho tantos de CR7. En sentido contrario, Ronaldo ha creado tres asistencias decisivas para Bale y ha participado en otras tres dianas del galés.
Lo más importante para el entrenador no son esas combinaciones para darse goles, sino la conjunción de ambos en el ataque. Antes, Bale siempre enlazaba con Modric y Carvajal, mientras Cristiano lo hacía con Marcelo y Benzema. Ahora los dos ligan jugadas. En ese contexto, el galés ha alcanzado su plusmarca de aciertos en la Liga, 19 dianas. Y el mayor beneficiado de esta integración es Benzema.
Repudiado por Francia para la Eurocopa, el "9" ha sido más delantero centro que nunca. Ha disfrutado de los centros medidos de las dos estrellas por ambos flancos. El balance de esa conexión entre las dos figuras es que Karim, situado en medio, ha marcado 28 tantos esta temporada, 24 de ellos en la Liga, nueva marca personal. En la Liga de los récords con Mourinho, la edición 2011-12, el compatriota de Zidane se quedó en 22 goles. Ha superado su registro en una campaña con lesiones que le han impedido disputar quince encuentros. "Esta es la mejor temporada de mi vida", señala el francés, autor de esos 28 goles en 35 partidos. Durante seis años ha sido el mejor pasador de Ronaldo. Ahora, los dos estandartes del equipo le han servido a él.
Zidane dice que el equipo ha ganado mucho en ataque desde que sus dos líderes se buscan en el césped. El responsable de la plantilla asegura que esa alianza ha sido fundamental en la remontada que comenzó tras la decepción del derbi del 27 de febrero. Doce victorias consecutivas en el campeonato español y tres eliminatorias de Champions superadas, con el borrón del 2-0 en cancha del Wolfsburgo, donde los dos no se encontraron.
La "BBC" suma 99 dianas este curso, nuevo récord, y desea alcanzar el centenar en la final de la Copa de Europa. La anterior marca anotadora del triunvirato eran 97 tantos en la campaña pasada. En Liga, los tres delanteros han hecho 78 tantos, dos más que en la edición precedente. Zidane, que ha hecho un Real Madrid más físico, alaba a sus dos figuras por este cambio, pero quien lo forzó ha sido él.
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